Resaca
Al mediodía, un quinceañero se pone en pie. Se toma
un zumo de naranja. La luz dominical le empalidece aún más. Con una mano, se
protege los ojos enrojecidos. Corre hacia el lavabo. El vómito estuca paredes,
suelo, lavamanos, bidet, todo menos el retrete. Y jura por los finalistas de La Voz que jamás volverá a pillarse un
pedo de mezcal Los Suicidas.
La invasión de los resacosos
Al mediodía, un muerto viviente se levanta. Con
movimientos torpes y descoordinados, salpica su cara descompuesta con zumo de
naranja. La luz dominical le ulcera aún más la piel corrompida, de tono verde
pálido. Se protege los ojos inyectados en sangre con la mano. Sus piernas se
arrastran por el pasillo a mayor velocidad de lo habitual. Se dirige al retrete
entre gruñidos. Allí, un chorro anaranjado emerge de la boca entreabierta.
¿Dónde está el productor del mezcal Los Suicidas? ¡Le voy a arrancar el corazón
a mordiscos! ¡GRRRRR!
Noticia de portada
¡Extra, extra! ¡Últimas noticias! Un quinceañero se
ha levantado a mediodía. ¡Y con resaca! El chico ha declarado: «Este zumo de
naranja sabe a cenicero». Luego ha empalidecido bajo la luz dominical y, con la
mano por visera, ha protegido sus ojos inyectados en sangre. El retrete era su
destino.
Nuestros reporteros han podido captar unas
declaraciones en exclusiva del chico. «Jamás volveré a pillarme un pedo de
mezcal Los Suicidas», ha dicho tras vomitar.
Como han podido leer, se trata de una auténtica
noticia de alcance, repleta de declaraciones impactantes, dignas de un Breaking news. Incluso merecedoras de un
premio Pulitzer.
El poncho revuelto
¡Híjole, güey! ¡Son las doce! Bebí hasta la náusea
en el reventón. Ahorita me levanto. ¡Ay, estoy enfermo de mi pancita! El jugo
de naranja me ha partido la madre. Y me molesta esa pinche luz dominical.
Cuate, es como si, en los ojos, tuviera tomate. ¡Ándele! ¡Al excusado! ¡Por
Vicente Fernández y los mariachis de Jalisco! Una botella de mezcal Los
Suicidas se ha quedado allí dentro. Tras vomitar, desaparece esta sensación
bien ñera. Y me enjuago la boca con agua y mezcal. ¡Yihaaaa! ¡Y viva México,
cabrones!
Rafa